Si algo define a Solito —limeño, abogado, casado (una santa esa buena mujer), padre de dos niños y amo (es un decir) de un perro—, además de ser hijo único,es que odia la tecnología, en especial a ese maldito, que es como suele referirse al dispositivo que los demás llamamos «celular». Y a él justamente le ha llegado una notificación de la División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología por la presunta comisión de fraude informático. ¿Quién es la víctima? ¿Y cómo ha podido un inútil digital como Solito terminar involucrado en algo así?
En Solito o contra las costumbres, Julio Pastor Borda presenta una trama rocambolesca inspirada en el metaverso de chips, algoritmos y megabytes en que ha derivado la vida contemporánea, pero también remite, a través del humor corrosivo, mordaz de su protagonista, a los decimonónicos artículos de costumbres, desde Ricardo Palma hasta Felipe Pardo y Aliaga. Allí está, como en ellos, la crítica a las inveteradas costumbres nacionales, a ese zafarrancho idiosincrático que configura el singular perfil capitalino, sobre el cual nadie, de seguro, se atrevería a lanzar la primera piedra.
Reviews
There are no reviews yet.